jueves, 8 de noviembre de 2012

Gracias a la lluvia. (III)


Bajé con rapidez entre tus piernas, recorriendo tu cuerpo con mis manos. Ese cuerpo que sabías que tanto me gustaba. Te miré divertida paseando mi dedo por encima de tu paquete, viendo como ya estaba bastante duro para jugar con él. Introduje dos dedos fríos a cada lado de tu cintura y baje rápidamente los calzoncillos dejándolos junto a mis braguitas empapadas. 

Me acomodé entre tus piernas, de rodillas y rehíce mi coleta que ya estaba medio deshecha. Reí al ver tu mirada impaciente y expectante, dispuesto a sentir todo lo que estaba por hacerte. Me agaché un poco, abriendo mis piernas, notando lo húmedas que aun estaban por haberte sentido, deseosas de lo que estaba por llegar.

Cogí con cuidado tu miembro y pasé despacio la lengua por la punta, sin dejar de mirarte a los ojos. Despacio, sin separarla haciendo círculos comencé a mover la mano despacio. Sintiendo como soltabas todo el aire de golpe. Comencé a presionar un poco más con la mano mientras comenzaba a dejar pequeñas lamidas por la punta, sonriendo de lado.

Bajé un poco más sobre ti y comencé a introducirte en mi boca, hasta donde entrase, absorbiendo un poco en la punta, para después comenzar a hacer círculos con la lengua de nuevo, mientras aumentaba el ritmo de mi mano y mi boca. Notando como ibas poniéndote cada vez más duro, y algún que otro gruñido se escapaba de ti. Intensifiqué mis movimientos de la mano, y comencé a subir por ti.

Dejé una estela de besos y mordiscos por todo tu abdomen, para después quedarme en tu cuello. Mordiéndolo, chupándolo y dejando pequeñas marquitas. Subiendo al lóbulo de tu oreja para morderlo y susurrarte al oído lo cachonda que habías conseguido ponerme y un sinfín de posturas que quería que hiciéramos.

Dejé de mover las manos, levantándome de encima de ti y apoyé mi cuerpo sobre el sofá, abriendo un poco más las piernas y levantando el culo. Te miré divertida mientras veía rápida tu reacción. Te faltó tiempo para colocarme detrás de mi, y tras comprobar con tu dedo que seguía estando en perfectas condiciones me penetraste haciéndome gemir bien fuerte. 

1 comentario:

  1. tú sabes qué desperdicio es leer esto aqui solo en mi casa?La proxima te vienes a escribirlo aqui y me lo lees en la cama para que lo revisemos... :D

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.