lunes, 26 de mayo de 2014

¡La cena está lista! (Parte 3)


Paraste, saliendo de mi. Te miré con reproche mientras hacía un gruñido de desacuerdo, y tú te reíste embistiendo otra vez más fuerte. "He dicho mis reglas, y tú, no vas a correrte tan rápido". Me diste la vuelta, me tumbaste en la cama, abriendo despacio mis piernas. Pasaste tu lengua por mi cadera y bajaste serpenteando hasta mi sexo húmedo, abarcando todo con ella.

Te tumbaste sobre mi mientras tus manos recorrían mis muslos, dejando notar lo duro que estabas bien pegado a mi. Me besaste, mordiendo mi labio, y comenzaste a bajar con pequeños mordiscos por mi mandíbula, cuello, clavícula, hasta llegar a mi pecho. 
Comenzaste a lamer mis pezones y mordisqueando de vez en cuando mientras tu mano jugaba con mi otro pezón. Mientras, te ibas restregando más, sin llegar a penetrarme volviéndome loca.

Envolví tu cadera con mis piernas pegándonos más.Mordiste fuerte mi pezón para después pasar rápidamente tu lengua por él. Alternando de pecho, divertido, mientras notabas como me mojaba aún más y mi respiración volvía a acelerarse. 

Comenzaste a penetrarme despacio, con delicadeza, comenzando un ritmo constante, lento pero fuerte. Mientras tus ojos me miraban deseosos y tus manos cogían las mías poniéndolas por encima de mi cabeza. Controlando tus movimientos, comenzaste a morderme otra vez el cuello, erizando mi piel al sentir tu aliento tan cerca, cálido.

Aumentabas el ritmo, poco a poco, aumentando con ello la fuerza. Mis piernas ya no se sostenían envolviendo tu cadera, sino que, temblaban a tu lado del placer de cada embestida lenta. Paraste sin salir de mi sintiendo como me apretaba mordiéndome el labio, sin dejar de mirarte, observando cómo colocabas mis piernas dobladas entre nuestros cuerpos para después llevarlas por encima de tus hombros.

Incrementaste la fuerza, dejando caer todo tu peso en cada embestida, mientras que mis gemidos inundaban nuevamente la sala, apagando el rumor de la televisión del vecino. Apretando fuerte mis manos, acortando el tiempo cada vez más entre embestida y embestida, creando un ritmo enérgico con el entrechocar de nuestros cuerpos. Besándome.

Volviste a parar.

jueves, 1 de mayo de 2014

¡La cena está lista! (Parte 2)


Sin darme casi cuenta, tomaste las riendas apartando un poco mi braguita y me embestiste sujetando mi cadera con tus manos para pegarme más a ti. Te mordí el hombro sorprendida y tú con un ritmo enérgico continuaste embistiendo me cada vez más rápido mientras mis gemidos iban inundando la sala. Ibas notando como me iba cerrando cada vez más, entre mordiscos por el cuello y la clavícula, haciendo que dieras las embestidas incluso más enérgicas. 


Y paraste, sonriendo amplia mente ante mi cara de desconcierto. Gruñí desconforme y tú me embestiste apretando bien con tus manos fuertemente en mi cadera. "Si la niña quiere guerra, yo se la doy. Pero con mis reglas." Me besaste para evitar mi propuesta y volviste a embestirme. "Mis reglas, he dicho" dijiste ampliando aun más tu sonrisa mientras salías de mi.

Me hiciste sentar en el sofá, abriendo mis piernas, pegando una gran lamida para disfrutar de mi sabor. Llegaste jugueteando con tu lengua hasta mi clítoris, haciendo círculos al rededor de el. Mientras, tus dedos comenzaban a introducirse despacio, siguiendo el mismo movimiento que tu lengua. Comenzaste a acelerar, mientras yo jugaba con mis tetas, mordiéndome el labio. Intentando en vano que los gemidos no salieran tan fuertes. Tu me mirabas triunfante, comiéndome, como un lobo con su presa. 



Sentías cómo me retorcía ante la rapidez de tus movimientos y cuando sabías que estaba por correrme, paraste. Me besaste mientras me levantabas, colocándome de espaldas a ti. Me guisaste hasta la habitación y allí comenzaste a besarme poco a poco el cuello, mientras sujetabas mi pelo con la mano. Fuiste bajando poco a poco,hasta la mitad de la espalda y me embestiste. Tirándome del pelo para erguirme y pegarme a ti.  



"Si te portas bien, quizás, tengas un buen premio esta noche" fueron las palabras que susurraste en mi oído mientras comenzabas otra vez a penetrarme, fuerte y duro. Mientras una de tus manos agarraba firme mi pelo y la otra jugueteaba pellizcando una de mis tetas. "Quiero... que me folles... hasta que no pueda más..." Dije entre gemidos, y tú me embestiste pegándome a la cama incrementando el ritmo mucho más fuerte. 

Mis dedos se clavaron en el colchón, mientras mis gemidos resonaban por toda la habitación. Casi sin darme cuenta, me giraste apretando mis piernas, y comenzaste a embestirme mientras tus mordiscos volvían a inundar mi cuerpo. Sentía electricidad por mi cuerpo, y como iba cerrandome más a cada embestida. Estaba a punto de correrme.
Y paraste.


lunes, 21 de abril de 2014

¡La cena está lista! (Parte 1)

  
Llevaba todo el día realmente caliente. Como esos días en los que te levantas feliz y cantando, pues caliente. Viendo cualquier escena e imagen como una oportunidad para echar uno de esos polvos inigualables, que se quedarían ahí, en mi cabeza. Encima, el echo de que pulularas cerca no me ayudaba en nada, aunque casi te ruego que te quedaras en casa a estudiar. A estudiarme a mi, claro.

Tras hacer las tareas correspondientes dejé mi cabeza volar en mil y una ideas de sorprenderte cuando llegaras a casa, y que esa noche fuera de lo más memorable que pudiéramos recordar, así que, tumbada en la cama, mientras dejaba juguetear mis deditos dentro de la braguita haciendo mojar mis bragas simplemente se me ocurrió.

De un salto me levanté de la cama y me sumergí en un ir y venir de platos y sartenes en la cocina. Iba a hacerte una de esas cenas que te gustaban, ya que siempre acababas cocinando tú. Me puse el delantal y comencé a hacer una increíble cena mejicana. Una vez hube acabado, me puse tu camiseta favorita, las braguitas de encaje y los calcetines hasta medio muslo.

Llegaste pronto, con cara de cansado, así que te besé mientras te quitaba el abrigo. Me diste un cachete en el culo cuando te diste cuenta de cómo iba vestida, para después pegarme de espaldas a ti, susurrando en mi oído "Parece que alguien busca guerra hoy". Yo reí, y como única respuesta me restregué contra ti, notando como poco a poco ibas poniéndote más duro. Me agarraste por la cintura simulando una embestida y fuimos a cenar.

Durante la cena no dejé de toquetearte por debajo de la mesa con los pies, mientras me reía poniendo cara de buena. Me moría de ganas de acabar para que me follaras durante toda la noche, por eso en cuanto diste por finalizada la cena, tras recoger todo, fui gateando hasta ti. 

Te habías sentado en el sofá al volver de tu ultimo viaje a la cocina, y te mordiste el labio al verme aparecer. Yo, me coloqué entre tus piernas y subí hasta besarte, mientras mis manos comenzaban a presionar en el bulto de tu entrepierna. Fui bajando poco a poco, observando tu cara impaciente, mientras mis dedos desabrochaban tu pantalón, bajándolo junto a tu calzoncillo.  

Comencé a darte besos por la cadera, bajando hasta tu polla y la pegué una gran lamida. De la punta a los huevos, donde dejé mi lengua jugueteando y chupando. Comencé a comerte despacio, desde abajo esta vez, haciendo un zig zag con mi lengua, sin dejar de mirarte sonriente, para después introducir tu poya entera en mi boca mientras mis dedos jugaban con tus huevos. Continué mamando de ti, sin dejar de mover mi lengua cada vez que estabas entero y duro en mi boca, mientras notaba como tus dedos se deslizaban entre mi pelo acompañando el movimiento. 

Paré y subí a besarte sentándome sobre ti, para que sintieras lo mojada que estaba con toda la situación. Sin darme casi cuenta, tomaste las riendas apartando un poco mi braguita y me embestiste sujetando mi cadera con tus manos para pegarme más a ti. Te mordí el hombro sorprendida y tú con un ritmo energico continuaste embistiendome cada vez más rápido mientras mis gemidos iban inundando la sala...

domingo, 6 de abril de 2014

Ñam ñam

Queridos lectores, siento que os haya abandonado tanto este tiempo pero, cosas de la vida, que una se queda sin tiempo para escribir todo aquello que quiere. Deciros que en un breve periodo de tiempo, volveré a mordisquearos por aquí y a haceros las noches un poquito menos frías, aunque ahora se acerque el buen tiempo. Deciros que vuelvo cargada de cositas interesantes, que espero os dejarán un buen sabor de boca.
Ñam ñam.

Os quiere, Audrey.

PD: cualquier sugerencia para relatos o fantasías, no dudéis en decírmelas, que estaré encantada de meterlas.